PATRIOTAS VASCONGADOS Y NAVARROS

TERRITORIO

ANTROPOLOGÍA SOCIAL Y CULTURAL

14/04/2021

Vascones en Cohortes romanas


Se tiene constancia de la presencia de vascones en los ejércitos de los distintos pueblos que dominaron la península Ibérica durante la Antigüedad.

Los vascones que habitaban en la actual Navarra hicieron su presencia en la historiografía por primera vez durante la expedición cartaginesa de Aníbal, en el año 218 a.C., de la mano del autor latino Silio Itálico.

Existe información sobre la incorporación de contingentes de vascones y de sus vecinos cerretanos en las filas de los ejércitos cartagineses que el general Aníbal reclutó a su paso por los Pirineos, para luchar contra los romanos en la península Itálica. Estos mercenarios participaron en Guerras Púnicas, en la batalla del lago Trasimero, el año 217 a.C., y en la de Cannas, el 216 a.C.

Durante cerca de ciento cincuenta años no vuelven a aparecer fuentes históricas referidas a la tribu de los vascones. Sus élites comprendieron las ventajas de una pacífica integración en el Imperio romano.

HISPANIA AÑO 100 D.C.

Entre los años 83 y 72 a.C., se desarrolló la Guerra Sertoriana, en una península Ibérica que estaba en pleno proceso de Romanización. Fue uno más de los numerosos conflictos políticos que desangraron Roma. Entonces, los vascones tomaron partido por el emperador Sila y por Pompeyo, un prestigioso general enviado desde Roma para terminar con las ambiciones del sublevado Sertorio.

En el invierno de los años 75 a 74 a.C., Pompeyo invernó en territorio vascón y erigió la ciudad homónima de Pompaelo (Pamplona) sobre un poblado indígena. En estos años el territorio vascón fuer atacado sin éxito por Sertorio, que intentaba privar a su enemigo de sus aliados. En San Sebastián de Cintrúenigo (Navarra) se han documentado indicios de destrucción, así como materiales (monedas y proyectiles) de indudable origen sertoriano. Más al norte, el castillo de Irulegui también presenta estas trazas de violencia. La zona de Jaca y Huesca fue el centro de su principal resistencia.

Julio Cesar escribió sobre los vascones que formaban parte de las tropas romanas de Afranio, que luchaban en tierras de Lérida. Aquellos vascones procedían de Calagurris (Calahorra), Osca (Huesca), Jacca (Jaca) y Pompelone (Pamplona), ciudades fundadas por romanos y habitadas mayormente por vascones.

Tras la invasión romana de la península Ibérica, los vascones toman partida en el ejército romano cuya presencia está reconocida al menos desde el siglo I a. C., tanto en cohortes como en las legiones y en los pretorianos. Los cronistas romanos hablan sobre ellos.

Festo Avieno, escritor de Periplo Marsiliota, describió a los vascones como "hombres inquietos". Silio Itálico elogió el valor de esta tribu escribiendo que despreciaban el casco y la loriga en las luchas y que eran célebres por su ligereza.

COHORTE PRETORIANA

Hubo presencia de vascones en las filas de las cohortes pretorianas, cuerpo privilegiado y restringido principalmente a itálicos y a ciudadanos de las provincias más romanizadas. El pretor Casius Longinus tuvo su guardia personal formada por berones, que le salvaron la vida en un intento de apuñalamiento en el 48 a.C. El emperador Octavio Augusto tuvo una guardia pretoriana formada por vascones calagurritanos, que fueron licenciados tras vencer a Marco Antonio. La costumbre de guardias personales formadas por hispanos fue muy común entre los generales, debido a su fidae y devotio hacia su jefe.

Suetonio aportó la información sobre la participación de vascones durante las Guerras Cántabras. Vascones calagurritanos formaban la guardia personal del emperador Augusto, en una guerra en la cual, los romanos intentaban someter a las tribus del norte formadas por cántabros y astures.

A principios del año 68 d.C. Servio Sulpicio Galba, gobernador de la provincia hispana Tarraconense, decidió levantarse contra Nerón, uniéndose a la rebelión encabezada por Vindex en la Galia. Las tropas a disposición de Galba en Hispania eran muy escasas limitándose a la legión VI Victrix, 2 alas de caballería y 3 cohortes auxiliares. Por ello decidió reclutar nuevas tropas con las que logró levantar una nueva legión, la legión VII Galbiana, y varias unidades auxiliares. Entre éstas últimas se encontraban al menos dos cohortes de vascones.

Estos mismos guerreros fueron referidos por Tácito cuando escribió que las cohortes de vascones I Vasconum y II Vasconum civium Romanorum aseguraron la victoria de Galba sobre los britanos y sobre los germanos. Este realizó una crítica en cuanto el modo de luchar: "atacan por la espalda al enemigo desprevenido".

En palabras de Tácito:
Repentinamente, gracias a un inesperado socorro se trocó la fortuna. Las cohortes de vascones conscriptas por Galba, llamadas en auxilio, llegaron entonces. Guiados por el fragor de la batalla acometieron al enemigo por la espalda causando en él gran espanto, mayor del que pudiera prometer su escaso número.

EXTENSIÓN GEOGRÁFICA DEL IMPERIO ROMANO

Cuando la Cohors II Vasconum civium Romanorum estuvo destinada en Germania, Tácito narró en el año 70 d.C. su valerosa intervención salvando la dificil situación en la que se encontraba el legado Vócula, acampado cerca de Novesio (hoy Neuss, Bajo Rhin), quien fue atacado por los sublevados durante las revueltas del Imperio del 69 d.C.

Gracias a que se han encontrado varias estelas sepulcrales se pudo conocer que esta cohorte estuvo de guarnición en Britania en tiempos de Trajano en 105 d.C., para luchar contra las fuerzas de Civilis durante la Revuelta de los Batavos. Medio siglo después, en 156, esta cohorte estuvo destinada en la Mauritania Tingitana.

Otra cohorte destinada en Britania entre los siglos I y III d. C. fue la I Fida Vardullorum equitania. Formada por várdulos. El que esta tuviese el cardinal I hace suponer la existencia de más cohortes, y que tuviese en nombre Vardullorun, las diferencia de las Vasconum, como dos etnias de guerreros diferenciadas. De hecho, han sido encontradas lápidas mortuorias de la época romana, con nombres eusquéricos y celtas, cerca de Londres, en la antigua Londinium romana.

Probablemente como recompensa a ésta y otras acciones los miembros de las cohortes vasconas e indoeuropeas peninsulares recibieron la ciudadanía romana. Hay diplomas e inscripciones que así lo atestiguan, entre ellas una en época de Trajano que la denomina I Fida Vardullorum Civium Romanorum.

La fidelidad y colaboración demostrada por los vascones a sus invasores romanos quedó una vez más de manifiesto en los enfrentamientos contra los bárbaros, percibidos como los destructores del orden romano. Cuando suevos, vándalos y alanos invadieron las Galias hacia el año 400, los aristócratas hispanorromanos Dímelo, Vereniano, Lagodio y Teodosiolo movilizaron a los pobladores cercanos a los Pirineos, entre ellos los vascones, para proteger los pasos occidentales contra la entrada de bárbaros en Hispania.

ARRANES ARBIZKAR EN EL BRONCE DE ASCOLI

Una placa inscrita de bronce del año 89 a. C., conocida como Bronce de Ascoli, narra los méritos de la Turma Salluitana en la toma de Ascoli. En este bronce aparece el nombre éuskaro Arranez Arbizkar, caballero vascón de la legión romana del año 90 a. C. aproximadamente, que tuvo la ciudadanía y militancia romana.

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