PATRIOTAS VASCONGADOS Y NAVARROS

TERRITORIO

ANTROPOLOGÍA SOCIAL Y CULTURAL

13/02/2024

Juan Bautista Villarreal Gamboa de Bérriz


Matemático y humanista, secretario del consejero real de Juan de la Cerda en Nápoles y en Madrid, precursor del movimiento pre-ilustrado de los novatores, y promotor de tertulias científicas en la Torre Uriarte de Lequeitio a inicios del siglo XVII

JUAN BAUTISTA VILLARREAL GAMBOA DE BÉRRIZ

Juan Bautista de Villarreal Gamboa de Bérriz era natural de la guipuzcoana villa de Arrasate-Mondragón, donde nació en 1655, aunque otras fuentes sitúan su origen en la vizcaína Gámiz.

Pertenecía a una familia nobiliaria de la aristocracia vasca, con familiares involucrados en las estructuras del Imperio español. Su padre fue Pedro de Villarreal y Gamboa, señor de Bérriz, que guardaba poderosas relaciones con aristócratas de España, especialmente con la casa Medinaceli, lo que le facilitó la entrada de sus hijos en diferentes espacios elitistas muy ligados al gobierno de la Monarquía de Carlos II, además de disfrutar de importantes posiciones en el Señorío de Vizcaya. Su hermanastro Pedro Bernardo Villarreal de Bérriz fue el ingeniero industrial más importante de su tiempo en las tierras vascas.

A la edad de quince años fue enviado a los Estados de Flandes, para servir como paje al conde de Fernán Núñez, durante algunos años. En 1682, fue nombrado caballero de la Orden de Santiago.

Tras regresar, sirvió también como paje del marqués de Cogolludo, Luis Francisco de la Cerda, establecido en Madrid. En 1695, este aristócrata fue nombrado virrey y capitán general del Reino de Nápoles los últimos años de reinado de Carlos II de Habsburgo, siendo ya duque de Medinaceli. Villarreal tuvo que acompañarle en su nueva aventura italiana con el cargo de camarero mayor.

LUIS FRANCISCO DE LA CERDA

Durante su estancia en la ciudad italiana, estableció relaciones de amistad y cooperación con diversas personalidades como Tirso González, general de la Orden jesuita; Carlo Colonna, cardenal y mayordomo del papa Inocencio XII; Bonaventura Poerio, arzobispo de Salerno y general de la Orden franciscana; José de Armendáriz, marqués de Castelfuerte.

Pudo adquirir grandes conocimientos en matemáticas, filosofía natural y moral, siempre con la vista en su aplicación práctica. Fue muy partícipe de las tertulias científicas organizadas por el virrey en la Corte napolitana, que le permitió adquirir las ideas más novedosas de su tiempo.

Redactó manuscritos sobre una amplia variedad de cuestiones: matemáticas, geométricas, náuticas, naturales; algunos de ellos fueron escritos en italiano o en latín. Con el tiempo, fue reconocido y elogiado por sus estudios en ciencias exactas.

Llegó a aprender varios idiomas convirtiéndose en un verdadero humanista y políglota: las lenguas cultas latín y griego, las lengas vernáculas italiano, francés y alemán, además de las maternas español y eusquera.

Junto a Luis de la Cerda, admitido en la Academia de la Arcadia (o de los Arcades), prestigioso círculo intelectual e institución literaria fundada en Roma en 1690 para combatir el predominio cultural del Barroco a través del fomento de un nuevo movimiento estético llamado Clasicismo.

ACADEMIA DE LA ARCADIA EN ROMA

En 1702, el virrey Luis de la Cerda fue apartado del cargo napolitano por orden del gobierno de la dinastía entrante en España, la de la Casa de Anjou. El cargo de virrey de Nápoles pasó a Juan Manuel Fernández Pacheco de Acuña, duque de Escalona y marqués de Villena, entre los años 1702 y 1704 a quien Villarreal le dedicó alguna de sus obras.

Se estaba desarrollado la Guerra de Sucesión entre 1700 y 1714. Al igual que ambos virreyes napolitanos, De la Cerda y Pacheco de Acuña, Villarreal defendió los intereses de Felipe V de Borbón para consolidarse en el trono español, frente a los del archiduque Carlos de Austria.

Una vez en la Corte de Madrid, el duque de Medinaceli fue nombrado ministro del gobierno de Felipe V, mientras que Villarreal siguió formando parte de su equipo de trabajo, en el que también estaba Juan Vélez de León. Sin embargo, la carrera burocrática de Luis de la Cerda terminó en 1708, cuando manifestó su descontento por la intromisión de Luis XIV en los asuntos políticos de su sobrino Felipe V, convirtiendo a España en una potencia subordinada a Francia.

En 1710, el duque de Medinaceli, Luis de la Cerda desveló a los ingleses los planes secretos para pactar una tregua entre las Provincias Unidas y Francia. Fue descubierto, arrestado, juzgado y encarcelado en el alcázar de Segovia, luego en Fuenterrabía, y finalmente en Pamplona, donde murió. Curiosamente, quien ordenó el arresto fue un aliado y amigo de la casa de los Villarreal de Bérriz, Juan de Idiáquez, sargento mayor de las Guardias Reales. Su hermano, el secretario real Antonio de Idiáquez y Eguía, había concedido un contrato por asiento al ingeniero industrial Pedro Bernardo Villarreal de Bérriz, hermanastro de Juan Bautista Villarreal Gamboa, para la fabricación y venta de armas en 1705, muy necesarias para ganar la guerra.

BATALLA DE LA GUERRA DE SUCESIÓN ESPAÑOLA

En abril de 1716, ya terminado aquel conflicto, Villarreal Gamboa fue enjuiciado por acompañar al archiduque Carlos de Austria a Barcelona, durante el levantamiento que se produjo en la ciudad condal a favor del pretendiente de la Casa de Habsburgo en 1714. Lo hizo por una solicitud del conde de Gálvez, sin embargo, durante la sublevación del 11 de septiembre, prefirió refugiarse en la Colegiata de Santa Ana, siendo no beligerante en la lucha, y tampoco huyó a Viena junto a los seguidores de Carlos III.

En julio de aquel año, consiguió la absolución de sus acusaciones, y tras quedar en libertad decidió instalarse en la Torre-palacio Uriarte, en Lequeitio, junto a Pedro Bernardo Villarreal de Bérriz. Comenzaba una etapa de erudición y difusión científica.

El hecho de haber asistido a reuniones de eruditos y matemáticos en Nápoles, Roma o Madrid, posiblemente impulsó a Villarreal a organizar una serie de tertulias científicas en la Torre Uriarte, junto a su hermanastro Pedro Bernardo, entre los años 1716 y 1729. Además, mantuvo la relación con otros eruditos italianos o madrileños para intercambiar ideas y conocimientos, como fueron Agostino Ariani o Francisco Navarro de los Arcos.

Lo que estaba moviendo a los hermanos Villarreal para establecer aquel círculo de erudición en Lequeitio fue la aplicación práctica de los nuevos conocimientos matemáticos y geométricos que se estaban produciendo en Europa para resolver problemas en la construcción barcos, en la navegación de alta mar, en la fabricación de productos de hierro y acero, en la canalización de ríos y presas, etc.

Aquel grupo de ingenieros, médicos, armadores, constructores navales, arquitectos o artistas fue conocido con el término de novatores. El fenómeno novator vasco que lideraba Juan Bautista de Villarreal desde la Torre Uriarte en Lequeitio fue el preludio y antesala al movimiento de la Ilustración que promovió Javier de Munibe desde el Palacio de Insausti en Azcoitia décadas después.

TERTULIA CIENTÍFICA DE NOVATORES EN LA TORRE URIARTE

La filosofía científica de Villarreal se basaba en el estudio de las ciencias exactas para su aplicación práctica en la resolución de un problema real. Una visión pragmática, práctica y utilitarista del conocimiento y un enfoque geométrico-mecanicista del Mudo, de ascendencia cartesiana, que chocaba con el tradicional estudio universitario, que era más teórico, especulativo, y escolástico.

Como prueba de este enfoque práctico fue la adquisición de varios instrumentos de observación astronómica e investigación científica: telescopios, anillos astronómicos, lentes astronómicas, microscopios, cajas ópticas, lentes de refracción, espejos oscuros, planisferios, relojes de sol, higrómetros, niveles, pantómetras, cartografías, útiles de geometría, y muchos objetos de medición innovadores. La mayoría de los instrumentos científicos, al igual de muchos libros y tratados, fueron adquiridos durante su etapa en Italia y guardados en alguna sala de la Torre Uriarte para su ensayo y muestra a los contertulios. Los telescopios y microscopios fueron comprados al prestigioso constructor romano Giuseppe Campani.

Compartía con su hermanastro una amplia biblioteca sobre matemáticas y geometría, ingeniería, historia y política. Muchos estaban escritos en italiano, siendo los más apreciados por los contertulios, aunque también en español y francés.

En mayo de 1729, murió en Lequeitio, dejando como heredero universal a su hermano, el señor de Bérriz. En la actualidad, el Archivo de los Manso de Zúñiga ubicado en la Torre Uriarte conserva numerosos datos y referencias biográficas sobre Juan Bautista Villarreal Bamboa.

TORRE-PALACIO URIARTE EN LEQUEITIO

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