Álava, Guipúzcoa y Vizcaya nunca habían tenido un ordenamiento jurídico-político común y la mayor parte de la historia de estos tres territorios, salvo breves paréntesis bajo soberanía de los reyes de Navarra, había trascurrido en la órbita de Castilla. Habían participado junto a los castellanos en la Reconquista, tanto por mar como por tierra, y los reyes de Castilla, primero, y de España, después, juraban los fueros como su señor de Vizcaya.
Por lo tanto, los vascongados gozaban de una posición privilegiada a la hora de integrase en la nueva construcción de poder de la Monarquía hispánica, cuyo castellano-centrismo se afirmó muy pronto.
El Señorío de Vizcaya y las Provincias de Álava y de Guipúzcoa gozaban de un estatus particular dentro de la corona, con fueros diferentes para cada territorio y un sistema aduanero común. Pero esta singularidad legal las tenían también Asturias, Galicia o Canarias.
MAPA DE LAS PROVINCIAS VASCONGADAS |
Dos privilegios aportados por la Corona beneficiaron enormemente a los vascos en su auge económico:
1. solo los navíos construidos en el Cantábrico participarían en la Carrera de Indias
2. todo el hierro exportado a América debe ser vizcaíno
La demanda de buques, que el imperio comercial y militar español necesitaba, generó prosperidad económica en las tierras vascas y cántabras durante siglos. Mucho empleo y rentas monetarias surgieron en los astilleros y puertos como los de Pasajes, Bilbao, Lequeitio, Deba, Fuenterrabía, etc., miles de hombres se emplearon en los diferentes oficios como leñadores, carpinteros, calafates, toneleros, etc. Pero también se emplearon como marineros, capitanes, maestres, contramaestres y demás oficios relacionados con la mar, tanto para las rutas comerciales como para la Real Armada.
La demanda del hierro vizcaíno también aportó muchísimo empleo y prosperidad a los habitantes del Señorío. Aunque en América existían explotaciones de minerales preciosos, se ausentaban las del hierro. El metal extraído se exportaba para construir naves, levantar edificios, herrar las caballerías, fabricar armas y escuderías, etc. El hierro vasco, sus minas y herrerías transformaron en Nuevo Mundo.
A la labor de los astilleros en la dotación de navíos y galeones para las Armadas españolas, se añadió la actividad de las industrias de armas de Mondragón, Marquina, Placencia, Vergara, Éibar, Elgóibar, Ermua, Elorrio, etc., para la fabricación de martinetes, arcabuces y cañones destinados a los Reales Tercios de Infantería para la defensa de los territorios imperiales.
Deva, San Sebastián y Pasajes eran los puertos de embarque de las lanas, hierros, frutas, pieles y otras mercaderías que de Castilla y otros lugares se enviaban a los puertos marítimos de la Europa occidental.
MAPA DE LA ESPAÑA PENINSULAR |
El resultado de la integración de los alaveses, guipuzcoanos y vizcaínos quedó englobado en una identidad y pertenencia castellana, española y austracista, tanto en términos socioeconómicos como sentimentales, por más que el privilegio y la excepcionalidad vascas se mantuviesen siempre como circunstancias imprescindibles para entender a una tierra en donde lo local y lo general se apoyaban mutuamente entre sí como una complementariedad casi perfecta.
Es en este clima de optimismo histórico y de éxito político y militar extendido a Europa, América y Filipinas en donde las Provincias Vascas participaban por vía de Castilla, como integrantes de la España nuclear del Imperio, en la forja de una España dominadora que, sin embargo, no olvidaba reservar para Álava, Vizcaya y Guipúzcoa un puesto preferencial.
Lo que realmente les hacía diferentes era la lengua y ciertos mitos desarrollados durante este siglo XVI sobre su origen tubalista. Los castellanos les consideraban vascongados, aunque con mayor uso habitual el de vizcaínos. Ellos se consideraban euskaldunes porque poseían el eusquera, también eran cántabros, descendientes del primer poblador peninsular, Túbal, y por lo tanto los primitivos españoles.
Estaban convencidos de ser los más antiguos pobladores de España, los españoles originarios y más puros, y pusieron todo su empeño en su reconocimiento como privilegio y honor para obtener provecho frente al resto de españoles.
Muy buen texto. Increíble lo de los dos privilegios. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, habrá más textos como este que estamos preparando. saludos
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