Posiblemente
sea el linaje de los Urdanibia uno
de los primeros pobladores de la medieval universidad
de Irún-Uranzu, previa a la villa aforada, aportando varias personalidades.
Juan Martín de Urdanibia estuvo en la batalla del Salado,
en tierras Jaén, en el año 1340. Por su heroico comportamiento en la lucha
contra el Reino de Granada, Alfonso XI de Castilla le nombró miembro
de la Orden de la Banda. Seguramente que Urdanibia estuviese a las
órdenes de Amador
de Lazcano, capitán de la infantería guipuzcoana, nombrado por gobernador
de Cazorla por orden real tras su reconquista.
Esta
laureada participación de "gentes de
a pie de las montañas de Vizcaya, de Guipúzcoa y de Álava" en las
contiendas de Reconquista quedó escrita en la Crónica de Alfonso XI:
"Leoneses, asturianos, gallegos, portugueses, vizcaínos, guipuzcoanos y de la montaña y alaveses, cada unos bien lidiaban que siempre será hazaña y la mejoría daban al muy noble rey de España."
ESCUDO DE ARMAS DE URDANIBIA |
Pedro de Urdanibia, señor de Aranzate,
fue capitán de Infantería y propietario de la antigua Torre de Aranzate de Irún. Esta casa-torre cobró especial renombre
en 1476, cuando las tropas francesas del rey Luis XI cruzaron el río Bidasoa y
ocuparon la plaza de Fuenterrabía. El capitán francés Purguet se hizo fuerte en
esta torre con 120 soldados. Para expulsar a estos invasores, Urdanibia hizo
quemar su propia casa, arrojándose muchos de los sitiados sobre las picas de
los iruneses cuando intentaron huir de las llamas.
En 1564, las autoridades municipales también hicieron
levantar la columna de San Juan Arri,
situada en la plaza del Ayuntamiento. Francisco de Gainza escribió en su Historia de la Universidad de
Irún Uranzu que esta columna conmemora la quema de la
casa-torre de Aranzate por el señor de Urdanibia, con el fin de abrasar a
trescientos franceses que en ella se habían refugiado. Aunque otra versión considera que fue colocada para conmemorar los
intentos de independencia respecto de Fuenterrabía.
Existió algún tipo de relación familiar entre los linajes Aranzate y Urdanibia, ya que en la fachada del palacio de Urdanibia aparece su escudo nobiliario, que es el mismo de la Casa de Aranzate. En uno de sus cuarteles, aparece representada la torre de piedra incendiada.
Pero
la torre de Aranzate no perteneció siempre al linaje de Urdanibia o al de Aranzate. En 1521, Juan Peres de Aoyz, hijo de Juanes de Aoyz, aparece como señor de
la casa de Urdanibia.
Juan de Urdanibia participó
en el sitio de Fuenterrabía de 1512. Junto con los capitanes Ambulodi, Azcue y
Martínez de Zaldibia, obligaron al Ejército francés a levantar el sitio y
retirarse.
Según
el relato del historiador Esteban de Garibay, el capitán Pedro de Urdanibia, en 1522, se distinguió por el castigo infligido
a 600 gascones y navarros, capitaneados por el dueño de la casa de Ibarrola,
Juan de Aeza, que atacaron Oyarzun en la noche del 31 de enero de aquel año. Con anterioridad, Urdanibia ya tuvo algún
encuentro violento en Irún con este Juan de Aeza, al que no tenía en muy buena
consideración debido a que su padre era francés y a supuestos escarceos con el
enemigo.
PINTURA COLUMNA DE SAN JUAN ARRI EN PLAZA DEL AYUNTAMIENTO
|
El general de la Real Armada española Sancho de Urdanibia, nació en Irún en 1585. Procedía de una poderosa y enriquecida familia nobiliaria, siendo sus padres Sancho Topalda y Magdalena de Urdanibia, pero tomó el apellido de la madre porque tenía mayor prestigio nobiliario.
Siendo joven se instaló en la ciudad de Cádiz
para desarrollar en ella su carrera como marino durante los reinados de Felipe
III y Felipe IV, sufriendo los avatares de la Guerra de los Treinta Años contra
holandeses. Como capitán en los buques de la Armada, llegó a realizar varios
viajes a través del océano Atlántico dirigiendo la Flota de la Carrera de
Indias.
Tomó parte de varios combates contra navíos holandeses en las costas del Virreinato de Nueva Granada (Venezuela), en la isla Tercera (Azores), en el combate de Cabañas (Cuba) de 1638, y en la defensa de Barcelona de 1642.
Al final de su carrera fue ascendido a almirante general por el rey Felipe IV. Era la culminación a una exitosa y sufrida carrera de 35 años al servicio de la Real Armada española, salvaguardando las mercancías de la Flota de la Carrera de Indias y entablando combates contra embarcaciones corsarias y armadas enemigas de la Monarquía hispánica.
Tomó parte de varios combates contra navíos holandeses en las costas del Virreinato de Nueva Granada (Venezuela), en la isla Tercera (Azores), en el combate de Cabañas (Cuba) de 1638, y en la defensa de Barcelona de 1642.
Al final de su carrera fue ascendido a almirante general por el rey Felipe IV. Era la culminación a una exitosa y sufrida carrera de 35 años al servicio de la Real Armada española, salvaguardando las mercancías de la Flota de la Carrera de Indias y entablando combates contra embarcaciones corsarias y armadas enemigas de la Monarquía hispánica.
Murió en Cádiz, en 1644, dejando una
importante herencia para la construcción y reforma de numerosas iglesias y su cuerpo fue enterrado en el Convento de
San Francisco de Cádiz.
En honor a Sancho de Urdanibia, el Ayuntamiento de Irún le dedicó la plaza de Urdanibia, espacio público central del casco histórico.
Puso en marcha la construcción del Hospital Sancho de Urdanibia, en la plaza de Urdanibia, en la parte vieja de Irun, que reemplazó al antiguo hospital de Santa Margarita, cerca de la iglesia del Juncal, destruido por las tropas francesas en 1638. Es un edificio rectangular con tres alturas, construido de mampostería con receros de piedra sillar en huecos y esquinas, y platabandas de separación entre plantas.
Tras
fundarse en 1644, llegó a tener veinticuatro camas, médico, boticario y
hospitalero con unos salarios anuales muy considerables para la época. Este
edificio ha tenido varias funcionalidades: almacén, cineclub, sede del Euskaltegi Municipal. En su parte posterior, una
de sus salas contiene la Sala de Exposiciones Menchu Gal, dedicado a la obra de
esta pintora irunesa.
En
la fachada principal destaca una hornacina con una imagen de la virgen, sobre
el que se halla el escudo del linaje nobiliario
de Urdanibia.
En
su testamento, Urdanibia concedió una importante dote tanto a su ciudad natal,
Irún, como la sede de sus negocios y operaciones navales, Cádiz. En el Archivo
Histórico Provincial de Cádiz se puede consultar las aportaciones caritativas para la construcción y reforma de gran número de iglesias y conventos de la ciudad, siendo la más significativa la dote a la Iglesia de San Agustín:
"Mando que se den mil ducados al Convento de San Agustín de esta ciudad para la fábrica de su iglesia. Otros mil ducados de plata, para con ellos hagan traer de Génova una portada de mármol que ha de servir para la puerta principal de dicha iglesia nueva que van fabricando que cae en frente de la casa en que vivo."
En la fachada principal de esta iglesia existe una obra esculpida en
mármol con la inscripción:
"Esta portada mando hacer el General Sancho de Urdanivia que Dios haya. Años 1647"
INSCRIPCIÓN SOBRE IGLESIA DE SAN AGUSTÍN DE CÁDIZ |
Sebastián de Urdanibia era sobrino de Sancho de Urdanibia. Fue nombrado patrono del Hospital de Urdanibia que mandó construir su tío. Casado con Magdalena Zistiaga, tuvieron ocho hijos, por lo que fue continuista de su linaje.
En
1612, se encargó de la reconstrucción del Palacio Urdanibia, en el mismo lugar donde antiguamente había existido una casa
torre, en el complejo ferro-molinero del mismo nombre, junto a la regata de
Jaizubia. Así consta en la fachada principal del Palacio, donde figura la
inscripción:
"Sebastián de Urdanibia reedificó esta casa en 1612."
La
remodelación, dirigida por un arquitecto italiano, fue realizada en estilo
renacentista y construido con piedra de sillería. Tiene dos escudos en la
fachada. En uno de ellos, el de la casa de Aranzate, aparece una torre
en llamas, en memoria de la quema de la torre de Aranzate propiedad de Pedro
de Urdanibia y en la que murieron 120 soldados durante la invasión de
Fuenterrabía de 1476.
Además
del palacio, declarado Monumento Histórico Artístico de la provincia, son
interesantes también la ferrería y el molino.
La
Cofradía Anaka, cultural y gastronómica, tiene entre sus fines
inmediatos el compromiso de la puesta en valor del entorno del Palacio de Urdanibia que comprende el
molino y restos de la antigua ferrería, en colaboración con el Ayuntamiento de Irún.
El último de los ilustres Urdanibia de Irún fue Juan Bautista de Endara y Urdanibia. Fue testigo de un acontecimiento diplomático sucedido en 1673, entre los embajadores de España y Francia. Era habitual que cuando estallaba una guerra entre ambos países, sus embajadores cruzaban la frontera de vuelta a su patria al mismo tiempo a través de río Bidasoa.
Las milicias municipales de Irún, al mando de su
capitán, acompañaban al embajador francés hasta la misma orilla, y lo mismo
hacía una compañía de labortanos al otro lado del río con el embajador español.
Cuando éste ponía pie en tierra española, la tropa irunesa disparaba una salva.
Este ceremonial se había repetido en varias ocasiones sin incidente alguno.
Sucedió que el 19 de octubre de 1673, Luis XIV
había firmado en Versalles la declaración de guerra a España, y una compañía
irunesa capitaneada por Juan Bautista
de Endara y Urdanibia disparó la salva. Por parte francesa, alguno de
sus componentes había cargado su arma con bala, hiriendo a Juan de Berroa, que
murió a los pocos días. En represalia, la milicia irundesa introdujo plomo en
sus mosquetes, disparando contra los franceses, matando a dos ellos y causando
varios heridos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario