General de la Flota de Indias y de los Mares del Sur, capitán de Tierra y Mar, y caballero de la Orden de Santiago en el siglo XVI
JUAN DE ALCEGA |
Juan de Alcega era natural de Fuenterrabía, Guipúzcoa, donde nació en 1526. Perteneciente a una dinastía de los Alcega, generales y almirantes de flotas: Pedro, Diego, Juan, Cristóbal. Su padre llegó a ocupar el rango de general en la Real Armada de Isabel la Católica.
La tradición oceánica familiar permitió que se
concentraran en Juan de Alcega amplios conocimientos sobre náutica, matemáticas
y astronomía que le posibilitaron brillantes actuaciones contra los piratas y
corsarios del Mediterráneo en las primeras etapas de su carrera.
Siendo joven se dedicó a comerciar consiguiendo pronto su primer buque. Desde entonces siguió comerciando y combatiendo, ya que los buques de aquella época eran tanto navales como mercante, consiguiendo apresar otros buques enemigos de la Monarquía española y que pasaron a su propiedad. Pronto reunió una cuantiosa flota, con tripulaciones bien instruidas, ganándose un respeto en el mar Cantábrico.
En 1554, pasó a la Flota real de Felipe II, que tenía como misión llevarle hasta Londres para conseguir una alianza con María Tudor y reclamar el trono de Inglaterra. Fue uno de
los principales almirantes de la escuadra al mando de Álvaro de Bazán y Guzmán, y comandada por el guipuzcoano Martín de Bertendona.
Por propios merecimientos, fue nombrado general
de la Flota de Indias y de los Mares del Sur. Se especializó en las singladuras
de las flotas transatlánticas de galeones que gestaban la ruta hacia América,
como lo demuestra su Carta al Presidente del Consejo de las Indias. Además, siguió apresando barcos corsarios y piratas que se atrevieron a confiscar sus mercancías en el mar Cantábrico, aumentando aún más su flota.
No obstante, y aun con los servicios otorgados en los derroteros de ultramar, la parte más destacada de su trayectoria estuvo vinculada al golfo de Vizcaya. De este modo, prestó servicio como lugarteniente del capitán general del Señorío de Vizcaya Juan de Acuña, amparando a las flotas del Cantábrico.
No obstante, y aun con los servicios otorgados en los derroteros de ultramar, la parte más destacada de su trayectoria estuvo vinculada al golfo de Vizcaya. De este modo, prestó servicio como lugarteniente del capitán general del Señorío de Vizcaya Juan de Acuña, amparando a las flotas del Cantábrico.
Se destacó posteriormente por su habilidad en
maniobrar navíos durante la defensa de Bayona, consiguiendo desembarcar a las tropas que transportaba, acudiendo en su ayuda tantas veces como fuese necesario. Así, se ganó el título de general de
marina y caballero de Santiago.
Su carrera se cerró entre dos grandes hitos de la Flota hispana: el combate de Lepanto y el principio de la decadencia oceánica con la pérdida de la Armada Invencible. Murió en 1574.
Un documento fechado a 2 de enero de 1572, y escrito por los licenciados Martín Pérez, Juanes de Iparaguirre, Juan de Benito y Miguel de Leguía, refleja el buen hacer de Juan de Alcega:
"... persona de mucha cristiandad y gobierno, y que en cualquiera ocasión de importancia que Su Majestad se sirviese dél, tendrá séquito de personas de mar y de tierra para servirle, por la buena opinión en que le tienen todos en general y en particular en la dicha provincia de Guipúzcoa."
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